Quién Soy

¡Hola! Soy BeatriXXX, y los juegos de sexo son mi pasión. Soy la creadora de Cómo Masturbar a una Mujer y enseño a hombres cómo masturbar a una mujer para que tenga todo tipo de orgasmos.

Esta página existe debido a una trágica realidad. Los juegos de sexo que practicamos son un desastre. Un 95 % de las mujeres pueden llegar a obtener un orgasmo clitoriano mediante la masturbación pero tan sólo menos de la mitad, un 45 %, consiguen alcanzarlo en pareja si es él quien las acaricia.  Un 70% de las mujeres nunca en su vida han tenido un orgasmo vaginal y el 80% de ellas nunca ha experimentado un orgasmo vaginal en pareja.

Y esto ¿qué significa? Muy fácil, la inmensa mayoría de las mujeres son infelices y encuentran insatisfactorias sus juegos de sexo. Aunque no lo digan abiertamente.

Muchos hombres aprendéis sexo viendo porno y como resultado de esto, sois egoistas en la cama y no tenéis ni idea de cómo funciona el cuerpo femenino ni de que hacer para realmente satisfacer a una mujer.

Ante esta situación la inmensa mayoría de las mujeres prefieren fingir sus orgasmos o buscar un amante antes de confrontar la situación y herir el ego de sus parejas poniendo en riesgo la estabilidad de la relación.

Un buen número de mujeres que han recibido una educación muy tradicional ni siquiera conocen su cuerpo porque no se han masturbado nunca y esperan que sea su hombre quien lidere la situación con maestría. Esto no suele suceder, así que así se quedan toda la vida, pensando que el sexo no es tan bueno como parece y poniendo excusas tipo “me duele la cabeza” para practicar relaciones sexuales el menor número de veces posibles.

Créeme, he mantenido conversaciones con cientos de mujeres y conozco bien la problemática. Las mujeres mienten en lo que respecta a su nivel de satisfacción en durante los juegos de sexo. Mienten a los hombres, mienten a sus amigas y lo que es peor, se mienten a si mismas para evitar enfrentarse a una conversación delicada. …¡hasta que encuentran a un amante que les hace más felices que sus parejas!.

Yo también he fingido orgasmos muchas veces para acabar una sesión de sexo lo antes posible o para que mi amante se sientiese bien. No sólo eso, si no hubiera tomado la responsabilidad de explorar mi propio cuerpo desde niña y aprender acerca de él, todavía no hubiera tenido un orgasmo con ninguno de los hombres con los que he estado. Simplemente porque ninguno sabía casi nada acerca de juegos de sexo y sexualidad femenina. Y lo que es peor, ninguno disfrutaba produciéndome placer más allá del subidón de ego que les daba correrse después de haber aguantado con la verga dura más de 2 minutos.

Hasta que Mok apareció.

Conocí a Mok en Bangkok, un día en el que tenía dolor de espalda y 2 horas libres. Él trabajaba como terapista en un spa de la capital de Tailandia, cerca de casa de mi amiga Elena.

En Tailandia suelo pedir el masaje thai tradicional. Para quien no lo conozca, es un masaje muy profundo que consta de estiramientos y presiones y que se recibe vestido. Si te lo hacen bien, suele doler. Ese día tenía el cuerpo cansado después de haber bailado la noche anterior y pensé que el masaje tailandés iba a ser demasiado fuerte. Me decidí por un masaje de aceite.

Mok me sonrió, me acompaño hasta una habitación privada en el piso de arriba, me extendió una toalla y desapareció unos minutos. Durante ese tiempo, me desnudé, baje un poquito la intensidad de las luces, me cubrí con la toalla y esperé a que Mok volviera.

Entró en la habitación de nuevo, bajó todavía más la intensidad de las luces y comenzó a masajear con maestría mi espalda y luego mis piernas. Un masaje perfecto. Los movimientos ascendentes que hacía en mis piernas se iban poco a poco aproximando a mis nalgas y genitales hasta que llegaron a rozarlos de refilón.

Cinco ó seis “roces de refilón” después, me di cuenta de que por primera vez en mi vida estaba super excitada en las manos de un hombre que ni siquiera me resultaba atractivo.

Tenía que tomar una decisión, o paraba aquello o…¡abría más las piernas!. Decidir rendirme a la experiencia, así que dejé de lado mis tabúes, respiré hondo y gemí a la vez que separaba las piernas un poquito más y me dejaba llevar por la placentera situación.

Esa decisión cambió mi sexualidad para siempre. Para mejor.

 

Aproximadamente diez minutos después tuve el primer orgasmo con eyaculación de mi vida. A pesar de haber tenido orgasmos de punto G con anterioridad, nunca antes había sentido un placer tan grande extendía desde mis genitales hacia las puntas de los dedos de los pies y de las manos. Todo estaba mojado, no podía hablar, ni moverme. Puro éxtasis.

Mok no debía estar muy impresionado, porque se limitó a sonreírme y seguir con su maravilloso masaje como si nada. Me masajeó la espalda de nuevo, me dio la vuelta y continuó con los brazos. De ahí, pasó a mis pechos y cuando me quise dar cuenta estaba de nuevo rozando mis pezones y yo volvía a estar muuuuy caliente. Él lo notó y bajó una mano a mi clítoris mientras con la otra seguía acariciando mis pezones.

¡Sus juegos de sexo eran increíbles! Iba cambiando el ritmo y la técnica a medida que mi cuerpo lo iba necesitando. Abrí os ojos y vi cómo disfrutaba dándome placer. Se notaba que realmente sabía cómo masturbar a una mujer. Le gustaban las mujeres y se había preocupado de observarlas y sentirlas. Era un buen amante, generoso y amoroso. Unos minutos más tarde un segundo orgasmo sacudía mi cuerpo con todavía mayor intensidad que el anterior.

Los juegos de sexo no terminaron ahí, todavía quedaba por venir el masaje de cabeza, el tercer orgasmo y los típicos estiramientos thai finales.

No podía creer que tanto placer fuera posible. ¡No podía ni levantarme!.

Cuando recuperé la conciencia, me senté en la camilla. Mok se quedó mirándome, me rodeó con una toalla y me abrazó durante al menos 30 segundos en los que yo estaba algo desconcertada. ¿Estaba sintiendo algo parecido al amor por un masajista tailandés con el que había pasado sólo una hora? ¿Esto se lo hacía a todas o yo le había gustado especialmente? ¿Dónde había aprendido este hombre aquellas técnicas y juegos sexuales maravillosos?

De pronto, su voz me sacó de mi ensimismamiento post-multiples-orgasmos. “It´s shower time!”, me dijo.

Le di las gracias, me duché y en el trayecto de vuelta de la habitación a la recepción, le di de propina todo el dinero que llevaba encima en ese momento. Se lo merecía. Fuera un profesional o no, me había hecho disfrutar como nunca antes en mi vida.

No hay ni que decir que 3 días más tarde repetí la experiencia con los mismos excelentes resultados y al acabar la sesión pedía a Mok que nos viéramos cuando saliera del trabajo. Necesitaba que ese hombre resolviera todas mis dudas y me explicara su técnica.

Todo el mundo; hombres y mujeres, tienen derecho a conocer los secretos de los juegos de sexo y del orgasmo femenino. Porque cuando una mujer recibe placer sexual del bueno los resultados son terapéuticos. Su autoestima sube, su confianza se eleva y se siente poderosa. Al mismo tiempo se siente tan agradecida a la persona que le proporciona esas buenas sensaciones que quiere hacer cualquier cosa por ella, tanto en la cama como en otros aspectos de la vida. Y de esta manera, tanto hombres como mujeres son más felices y crean relaciones sexuales y personales más sanas, placenteras y bellas.

Así de fácil.

Todos los juegos de sexo y secretos en cómo masturbar a una mujer de Mok y muchos más que he ido aprendiendo por el camino gracias al interés en la sexualidad femenina que esta primera experiencia despertó en mi, los comparto por email.

Si quieres volver a las mujeres adictas a ti, este es mi regalo para ti.

¡Me darás las gracias! 😉

BeatriXXX